El certificado digital, más conocido como firma electrónica, es una herramienta tecnológica que permite garantizar la autoría, integridad y no repudio de los documentos digitales. Permite realizar una serie de trámites, como por ejemplo ingresar e inscribirse en el sistema de facturación electrónica, realizar consultas y declaraciones de manera segura y privada en el sitio del Servicio de Impuestos Internos.

También el poder firmar electrónicamente los documentos tributarios y ceder documentos para darle mayor autenticidad, además de realizar operaciones en otras organizaciones y empresas resguardan su seguridad, lo que es de vital importancia. Es una tecnología que posibilita la equiparación de los documentos digitales con los documentos en papel y la realización de actos jurídicos plenamente válidos vía digital.

Pero en una segunda etapa, el poder simplificar la administración y el control de las firmas de una organización, que puede estar compuesta por una o múltiples firmas realizadas es el siguiente paso para optimizar los tiempos de trabajo de las empresas en la actualidad. Esto permitiría acciones como el control de las identidades de los firmantes, el almacenamiento y custodia de documentos firmados tanto en sistemas de disco local o discos de red y filtros para realizar búsquedas avanzadas personalizables, entre otros.

En Apiux contamos con Signux, una plataforma digital que permite extraer información detallada de los procesos de firma que son generados en una organización. Gracias a su panel que recoge información por ejemplo; rangos por fechas, tipo de usuarios, tipo de documentos, nombre de documentos, etc. Esto puede ser mediante de la interface web del usuario o desde sus aplicaciones corporativas por medio de un completo pool de servicios web, a través de mecanismos de Firma Simple, Firma Avanzada y Firma Única del Registro Civil.

El desarrollo de la firma digital y la verificación de identidad a distancia, además de la seguridad de las aplicaciones, ha sido imprescindible para el crecimiento de una nueva forma de relación con los servicios financieros y el avance de la industria. La adaptación regulatoria a este sector marcará quien será el líder fintech a nivel mundial. No es que la banca vaya a desaparecer, sino que convertirá en un sector sin apenas presencia física o, incluso, con otro tipo de “bancos”.