Blog de Apiux

El IoT y Big Data: Convirtiendo los datos en inteligencia

30. Las siete C del Internet de las Cosa

Los datos y el Internet de las Cosas cambian la forma en que se hacen los negocios al optimizar las decisiones con base en el análisis. Esto, al final, se convierte en mayor inteligencia y mejores resultados, lo mismo en el supermercado que en el bosque. Los datos son sólo bits y bytes, pero su análisis y explotación los transforman en inteligencia, lo cual da pie a una mejor toma de decisiones y, por ende, a óptimos negocios. Eso bien lo sabe el supermercado al que va cada semana Paulina, en Buenos Aires.

Como cada sábado, ella fue primero al refrigerador de Lácteos por su dotación de yogurts habitual, pero al ver el anuncio de un descuento en otras marcas dudó por unos minutos en cambiar su marca favorita. Tras una minuciosa comparación de las especificaciones y valor nutrimental de ambas, optó por su yogurt de siempre. Esos primeros cinco minutos de Paulina en el supermercado sin duda presentan datos que son de gran valor para el negocio, siempre y cuando éste tenga la tecnología necesaria para detectarlos, analizarlos y explotarlos.

Mientras Paulina decidía qué yogurt llevar, los sensores de Kinect 3D, de Microsoft, instalados en el pasillo, registraban sus movimientos corporales. La demás infraestructura implementada en el supermercado se encarga del resto: Power BI brinda el análisis, Azure Machine Learning y Advance Analytics proveen inteligencia de negocios y Cortana Analytics Suite transforma los datos en acciones. Con eso basta para que el supermercado evalúe las diferentes variables y haga los cambios necesarios para dotar de una mejor experiencia a Paulina, como a todos sus clientes. Todo esto, claro está, embebido en el marco de las políticas de privacidad de la información que tiene la tienda.

Cualquier industria se puede beneficiar del nuevo nivel de datos en tiempo real y el Internet de las Cosas (IoT), que están transformando la forma en que se toman decisiones y se hacen negocios gracias a la llegada del aprendizaje automatizado (Machine Learning) aunado al poder de la nube y su capacidad ilimitada de cómputo y almacenamiento de datos. Los beneficios son impactantes: el IoT tiene el potencial de crear un impacto económico de hasta $11.1 trillones de dólares al año de ahora al 2025, de acuerdo con el McKinsey Global Institute.

No importa si el objetivo es conocer los hábitos de compra en un supermercado o descifrar los secretos de la naturaleza. El binomio datos-IoT también da lugar a ciudades más inteligentes, a un mejor aprendizaje y a nuevos descubrimientos académicos y científicos, como el que se prepara mediante el Proyecto de sensores del bosque nuboso brasileño (Brazilian Cloud Forest Sensing Project), iniciativa del Programa de Investigación en Biodiversidad del São Paulo Research Foundation (FAPESP) que corre a cargo de Rafael Oliveira, profesor de Ecología de la Universidad de Campinas.

A 2,396 kilómetros del supermercado al que va Paulina, desde el bosque nuboso Campos do Jordão, en Brasil, Rafael recopila cada 15 minutos información que brota del suelo, las plantas y la copa de los árboles a través de 700 sensores colocados en ellos y conectados a Microsoft Azure como una instancia del IoT.

La meta inicial de Rafael es entender cómo trabaja este ecosistema por su importante rol al colaborar en la provisión de agua limpia, pero también podrá medir el impacto de la variación micro-climática en los procesos naturales de múltiples ecosistemas. Esto, gracias a que esos dispositivos embebidos en el mundo físico envían datos a la nube y cambian su acción según se les indica remotamente; gracias a Azure, que almacena, procesa y visualiza los datos que concentran los sensores, y gracias al software desarrollado por colaboradores del Brazilian Cloud Forest Sensing Project en conjunto con Microsoft Research, el cual analiza los altos volúmenes de datos recopilados.

De acuerdo con IDC, en 2020 habrá 30,000 millones de dispositivos conectados, de los que apenas una quinta parte serán PCs, tabletas y smartphones. Dado que hoy el Internet nos conecta con todo, no hay límites en cuanto a lo que el análisis de datos y el IoT pueden lograr, así como tampoco hay un rincón del planeta que no pueda verse beneficiado.