El Business Intelligence como solución para gestionar el volumen de datos de la empresa y sus clientes está en constante aumento y la forma de analizar esa información determinará de forma esencial la ventaja competitiva de cada empresa.

Es por eso que los softwares de gestión ya están obligados a incluir una buena herramienta de análisis de datos para mejorar los procesos de negocio y ayudar en el análisis de las tendencias de mercado, para adaptar la oferta de la empresa según las necesidades del usuario. Este enfoque analítico debe tener siempre como objetivo al cliente y su conocimiento, mientras que la información debe contribuir a mejorar no ya productos y servicios, sino que también las experiencias de los usuarios.

Mientras el Big Data se ocupa de todas las actividades relacionadas con los sistemas que manipulan grandes cantidades de datos, la planificación de la cadena de suministro de una empresa, por ejemplo, es un proceso fundamentalmente analítico. El auge de la omnicanalidad en sectores como el retail plantea la necesidad de aunar todas las vías de información y distribución, aprovechando las ventajas del comercio electrónico, la tienda física, las redes sociales y los dispositivos móviles.

El nuevo escenario de consumo está enfrentando a las empresas al desafío de gestionar todos estos canales no de manera individual, sino como un todo conectado e integrado. Las soluciones de gestión cobrarán una especial relevancia en este ítem, donde la eficiencia y la inmediatez serán claves a la hora fidelizar a los clientes.